Primeros pasos para terminar con tu dolor de espalda. Este mes te vamos a enseñar por medio de 4 completos artículos a concluir de una vez por siempre con esas molestias.

 

El dolor de espalda, específicamente en la zona lumbar, es una nosología que afecta hasta un 80% de la población durante su vida. Con independencia de la edad o bien del sexo.

Provoca una pérdida de la funcionalidad en las actividades de la vida diaria, descendiendo la calidad de vida y con repercusiones individuales, familiares y sociales.

Primeros pasos: lesión y dolor de espalda

La gran mayoría de los casos que asisten al médico para investigar su dolor de espalda, reciben un diagnóstico de lumbalgia inespecífica. Otros, hallan una causa, como daños en los discos intervertebrales, degeneraciones óseas o bien lesiones de diferentes tipos.

Lo curioso de este tema, es que no hay una relación directa entre la lesión de espalda y el dolor percibido.

Independientemente de que tengamos una lesión esto es dolor “sin causa”, si no hemos sido capaces de solventar nuestro inconveniente de espalda, debemos ponernos a trabajar.

De la mano del mayor especialista en espalda a nivel del mundo, el doctor Stuart McGill, ha puesto a predisposición de la población general diferentes manuales abordando esta temática. En un caso así, se presenta un breve y sintetizado procedimiento extraído de su libro “el mecánico de la espalda” (lectura enormemente aconsejable) para dar fin a esta problemática.

Según este autor, el primer paso para sanarnos es llevar un buen registro. Para esto deberemos hacer 2 listas en la que vamos a apuntar lo siguiente:

  • Movimientos libres de dolor

Todas las acciones, movimientos y posturas en las que no sintamos dolor o bien la molestia se apague, deberemos apuntarlas. Si por servirnos de un ejemplo pasear lento, hacer algún género de ejercicio, le calma el dolor apúntelo en esta lista.

  • Movimientos que provocan dolor

Todas las acciones, movimientos y posturas en las que el dolor se acreciente o bien esté permanente. Dormir boca arriba, ponerse los zapatos a primeras horas de la mañana, pasar múltiples horas sentado etc. Cualquier acción en la que sintamos esto, hay que apuntarla sin que pase inadvertida por muy pequeña que sea.

Una vez tengamos las 2 listas de todas y cada una de las acciones, va a haber que cotejarlas entre ellas. Por poner un ejemplo, viendo si los movimientos coinciden por servirnos de un ejemplo, con acciones donde la zona lumbar está invertida. Conduciendo, estar sentado, ponerse los zapatos…

Después de esto, el segundo paso, va a ser contestar a las próximas preguntas fundamentales:

  • ¿El dolor cambia durante el día? Si la contestación es afirmativa, probablemente presente una condición mala de su musculatura, como una inapropiada higiene postural.
  • ¿Siente puntadas de dolor? En acciones como mudar de situación en cama, o bien estornudar, se generan micromovimientos en la columna que si no son bien absorbidos por la musculatura, desea decir que nuestra columna es inestable.
  • ¿Existe alguna acción concretamente que haga disparar su dolor?
  • ¿La causa de su dolor, empezó de forma repentina o bien poquito a poco?
  • ¿Tiene historia de osteoporosis o bien está en edad de peligro?
  • ¿Siento dolor al despertar y siente su espalda recia? Si a lo largo de la noche, nuestra zona lumbar no es capaz de estar en una situación conveniente respetando su curvatura natural, es muy normal que nos levantemos con esta sensación. Primordialmente provocado por una mala calidad del colchón o bien debido a situaciones inadecuadas a lo largo del sueño.
  • ¿Alguna vez el dolor se extiende cara la pierna? Esto es señal de una afectación inquieta.

Todo esto es parte del registro que se debería hacer para apuntar a la causa.